Las casas pasivas o passive houses (También conocidas como passivhaus) son cada vez más comunes en Europa, si bien este concepto de casa pasiva es muy reciente en nuestro país, cada vez son más las nuevas construcciones que se implican en este tema.
¿Qué es una Passive house?
Una casa pasiva es aquella que es energéticamente eficiente: su coste energético es escaso o prácticamente nulo. El edificio permanece caliente en invierno sin suponer mucho dinero y fresca en verano sin necesidad de aires acondicionados.
¿Cómo funciona?
En primer lugar, la passive house busca calentar la casa de manera natural. Para ello es clave la orientación de la casa para absorber la mayor cantidad de luz natural durante todo el año. Para conseguirlo, es necesario equipar el edificio con ventanas de triple panel. Además, para calentar la casa, la passive house utiliza tu presencia y calor corporal, añadiéndose estas, a la que producen otros electrodomésticos, para calentar la vivienda.
Ahora bien, no basta con calentar la vivienda, también es necesario mantener el calor y evitar que se escape. Aquí es donde juegan un papel relevante los puentes térmicos. Este fenómeno se produce cuando el calor o frio de un espacio de la casa, se escapa hacia otros espacios, haciendo que en el proceso de calentamiento o enfriamiento de un espacio tengas que consumir más (es decir, puede que tengas que calentar casi todo un alojamiento para calentar una habitación).
Otra de las medidas es la de abrigar la casa. En vez de esforzarte por calentar o enfriar, el objetivo es mantener la temperatura en el interior rechazando la del exterior. Para ello, es también clave evitar fugas de aire, ya que será ahí donde se escape nuestro aire fresco o caliente. El diseño de la vivienda tiene que mantener el calor en invierno y el frio en verano.
Por ultimo, será necesario instalar un sistema de ventilación mecánica que ayuda a circular el aire cálido o fresco para aprovecharlo.
Mientras ahora es común utilizar calefactores, estufas, aire acondicionados, ventiladores y demás aparatos, tras la aparición de este concepto, su sentido pierde razón de ser. La passive house no solo nos ayuda a conseguir la máxima eficiencia energética en lo referente a la temperatura, sino que nos ahorra el gastarnos en la compra de estos aparatos.
También pueden añadírseles otros sistemas que permitan y faciliten el autoabastecimiento de la vivienda. Desde el uso de placas solares hasta la instalación de persianas, porches u otros artículos que faciliten el ahorro energético
¿Cuáles son las ventajas de una passive house?
- Reduce el consumo energético de tu vivienda rural
El principal atractivo de las passive house es el ahorro en todos los ámbitos donde consumimos energía: desde calentar/enfriar una casa, hasta el consumo de agua, luz y otros. Cuando se trata de un alojamiento rural, los consumos energéticos suelen ser un quebradero de cabeza para más de un propietario.
Mediante la reforma o diseño eficiente, no solo reduces el consumo energético, sino que además ahorrarás agua, emitirás menos CO2 y generarás menos contaminación ambiental. Por lo tanto, ayudas a que el impacto individual medioambiental se reduzca al mínimo posible. Incluso se podrá llegar en determinados casos(aunque no siempre) al objetivo de cero emisiones.
- Ahorras dinero a largo plazo
El grado de ahorro dependerá del tipo de vivienda y si esta se construyó como una passive house desde el principio, o si bien tuvo que reformarse. De todas maneras, nunca se te estropeará la caldera, ni tendrás que comprar leña o reparar el aire acondicionado. No tendrás que usarlos nunca si la casa esta perfectamente optimizada.
En caso de ser vivienda nueva, dependerá del tamaño y magnitud de la obra. Cuanto más extensión tenga la casa, mayor será su coste aproximado, tanto para obtener la certificación como para cumplir con los requisitos.
- Legislación Favorable
Desde que la Unión europea sacó la directiva europea 2010/31, son cada vez más los propietarios que se han lanzado a construir una passive house. En el contenido de esta disposición normativa, se obliga a los países de la Unión Europea a construir edificios de consumo casi cero desde el año 2019 en materia pública, y desde 2020 prácticamente para todos los edificios de obra nueva.
¿Cuáles son las desventajas de una passive house?
- Alto desembolso inicial
El ahorro que comentábamos previamente llegará solo si se orienta la construcción con fines a largo plazo. Si hablamos de una casa ya construida, el precio de la reforma, y más en casas rurales, tiende a ser alto. No obstante, existen técnicas y alternativas más económicas para un menor consumo energético. Desde instalar detectores de movimiento para que se enciendan y apaguen la luz, hasta la hermetización de ventanas.
- No siempre basta para llegar al consumo 0
Aunque el concepto de passive house reduce al mínimo el consumo energético, no siempre es posible llegar al consumo 0 de energía, ni al objetivo de emisiones netas de carbono 0. Es posible que tengas que tomar medidas medioambientales adicionales si lo que quieres es alcanzar esta meta.
¿Merece la pena?
La pregunta del millón. ¿Es rentable gastar dinero para tener una casa pasiva? Nosotros creemos que si por varios motivos. En la actualidad, una inversión de este tipo sale rentable si tienes la vista puesta en el largo plazo. Dado que se trata casas rurales, normalmente entornos poco cálidos, es muy interesante la inversión, ya que transformas un coste variable alto por un coste inicial que solo debe realizarse una vez.
Otro motivo para recomendarlo es la situación de alza constante en los precios de los consumos energéticos, añadido a las políticas medioambientales que están tomando cada vez más países de nuestro entorno. No sería de sorprender una legislación mas agresiva favoreciendo la construcción de este tipo de casas.
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